Crónica de unos ojos

Ojos pequeños, serenos, sin miedo y con un punto de asombro. No pueden mirar hacia atrás a través del cráneo, pero intuyen las malvadas miradas ajenas, condenatorias en casi todos los casos. Solamente miran hacia delante, al futuro, al nuevo tiempo que está por venir, a la nueva vida que surgirá, a la nueva gente y nueva patria donde se desarrollará la siguiente etapa.

            Todo lo que han visto ha pasado a un archivo especial, el del olvido, si bien es consciente de que no será para siempre. Todo lo que le queda por ver le asombrará tanto o más que lo primero. Una nueva mirada, una búsqueda distinta, un explorar valiente, una radiante firmeza en la cara. No hará caso de los consejos. Ver nuevo mundo es su decisión. No necesita vaciarse las cuencas. Desarrollará una nueva forma de mirar.

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