Santander, 29/04/2020

                           Escribe una carta.

 

Relajación durante unos minutos. Tomar conciencia de cómo me encuentro. Definirlo con una palabra. 

Ejercicio 1. Escribir a partir de esa palabra

  • Palabras que surgen: desconcentrada, contradictoria, esperanzada, confusa, incómoda, satisfecho.
  • Vivencias a partir de las palabras surgidas. Sentir de que nunca es suficiente. No alcanzo la perfección. Nunca es suficiente. Mi exigencia no termina, no se detiene . Esperanzada. Confusa. Nerviosa. Cansada. Me he puesto a pensar sin poder entrar, solo en la superficie. Estoy muy ocupada. No puedo respirar bien. Muchas tareas. Bocadillo de nutella. ¿Quién me manda comer tanto? Satisfecha con lo que voy  Altas dosis de ansiedad. Boicot a mí misma . reconocer lo que siento sin querer reconocerlo. Mi casa es mi refugio, mi coraza, mi cobijo. No quiero salir. Cada vez más esperanza en mi. Mucha fe. Ha merecido la pena lo que he hecho. Satisfecho de mí. Satisfecho de quienes me rodean y comparten la vida conmigo. Esperanza.. Que todo cambien. Que no volvamos a lo de siempre. Nunca he tenido esperanza. Ahora tengo una pequeña esperanza, quiero cambiar

Ejercicio 2.

Escribir una carta a una persona a lo que nunca habrías escrito o nunca como lo vas a hacer ahora. Explica a esa persona lo que has sentido anteriormente, con toda su crudeza. Es solo para ti, no para compartir con nadie.

Ejercicio 3.

Escribir cómo te sientes después de haber escrito esa carta, qué ha supuesto hacerlo. Reflexiona qué ha supuesto para ti escribir a esa persona y saber que lo podías compartir con el grupo.

  • Me ha hecho pensar en ese tema que estoy dejando a un lado. En algún momento me tendré que enfrentar. Volver a escribirte, volver a pensar en ti es mantenerte con vida dentro de mí. Ninguna emoción a destacar. Más bien liberación. Desahogo. Poder decir cosas que nunca te dije y nunca podré decir. Me ha liberado bastante aunque sea contradictoria. Me ha costado mucho. Me ha removido me he dejado cosas. Pero siempre fue duro para mi hablar de mi bisabuela. Tiendo al escapismo. Escribir tan duras de decir me ha liberado. Pudimos compartir la vida, pero no fue posible. Me entra tristeza reviviendo esto. La flor más bonita de todas. Me dejo mucho en el tintero. No. Se me acabaron las ganas y la tinta. Te contaría… No me escuece nada dentro.

Ejercicio 4.

      La mejor carta que recuerdas haber recibido.

  • Recuerdo las de mi padre cuando estaba en la mili. Lo viví como afecto dentro de un sobre, migajas de cariño bienvenidas, dada la necesidad. Sabor amargo. Me lleva ala niñez. Cómo currábamos las cartas antes. Mis alumnos hoy se lo pierden.  Me llenaba de alegría. Ahora es instantáneo. No éramos amigos. Me encantó recibir su respuesta, fue suficiente. Me enseño su interior a mí, una desconocida. Sigue felicitándome la navidad. Gracias a el quiete mi miedo al inglés y a viajar. Dos cartas.  Una de una persona enamorada de mí. Otra de la que yo me enamoré. No sé donde están esas cartas.

Ejercicio 5

            La carta que te gustaría escribir.

  • De mi yo del futuro, que me diga que confíe en la vida, que todo va a ir bien. Puede resultar escalofriante, podrían ser noticias duras. Mejor descubrirlo yo misma. De una persona de una relación anterior, sé que es una fantasía. De una profesora que ya no está, que me escriba y diga cuánto me quiere. De una persona que no sabe el impacto que tuvo en mi vida. Una carta como la que le escribo yo a mi madre, tengo ganas de sentir ese amor eterno. De una persona que salió de mi vida, dejándome llena de dudas y dolor. Saber por qué tomó esa decisión.