¿Sabías que el azul es el color de la simpatía, la armonía, la amistad, la confianza y la fidelidad, pese a ser frío y distante? Es el preferido por casi la mitad de las personas, con pequeñas diferencias por sexos. Apenas hay nadie a quien no guste este color. Te diría que todos tenemos alguna prenda azul, seguro. Es el color de las buenas cualidades, transmite tranquilidad en las habitaciones. Sin embargo no lo utilizamos en las comidas, prácticamente no comemos nada de este color.

            He interrumpido un momento la escritura. Me ha asomado a aplaudir, como todas las tardes. Hoy han puesto música, que estamos escuchando casi a diario, “Resistiré”, del Dúo Dinámico. No hemos parado mientras duró la canción. Nos hemos saludado, algunos por primera vez, pese a estar en una ciudad pequeña costera. Aplaudimos a los cuidadores de todos nosotros, simbolizados en los sanitarios, pero se lo destinamos a todos cuantos nos hacen la vida más fácil, incluidos nosotros mismos. Todos tenemos que hacernos la vida más fácil. Confío en que aprendamos a hacer el bien mejor de lo que lo hemos hecho hasta ahora. Soy incrédulo en muchos aspectos, pero no en este.

            Sigamos con lo nuestro.

            El mundo religioso valora este color. El cielo es azul, y por eso es azul el color divino. Se asocia a lo eterno, a lo que siempre debe permanecer. El dios egipcio Amón, el dios indio Visnú y el dios Krishna tienen la piel azul, como signo de su origen celeste. Júpiter era el señor del cielo y el azul el color de su cielo. En los pueblos mediterráneos es común un amuleto, “el ojo mágico”; un ojo redondo rodeado de azul. Y la cúpula de muchas iglesias se pinta de azul, simulando el cielo. Es el azul de las vírgenes y los colores simbólicos cristianos.

            Los pintores lo utilizan para dar sensación de lejanía, los colores cálidos dan transmiten proximidad y los fríos lo contrario. En la distancia, todos los colores se ven azulados, debido a las capas de aire que los cubren, al igual que el agua y el aire, que tampoco son azules. A medida que descendemos en el  mar o en un lago, la luz desaparece y con ella los colores vivos, permaneciendo todo envuelto en azul; los buceadores lo conocen muy bien. Cuanto más pálido es un azul, más lejano parece.

            En el mundo amoroso el azul está ligado a la fidelidad, simbolizada en flores azules: nomeolvides, cardos, madreselvas. El rito nupcial inglés exige como ajuar de toda novia “Algo antiguo, algo nuevo, algo prestado, algo azul”. Lady Dy llevó en su boda el azul en la cinta de su sombrilla, una segunda cinta azul en la parte interior del cinturón y minúsculas flores azules de verónica en el ramo, además del zafiro azul  en su anillo de compromiso.

            En la fantasía, el azul es el color de la lejanía y del anhelo, de lo irreal, del espejismo. En Alemania, antiguamente solían llamarse “cuentos azules” a las historias inventadas. En Holanda llaman “flores azules” a las mentiras. Matisse pintaba tomates azules, lamentando que solo él pudiera verlos de ese color. Por el mismo motivo Kandinsky pintaba caballos azules. Yves Klein pintaba cuadros en los que todo era azul, incluso patentó su propio color, el “azul Yves Klein international”. Curiosamente, el viagra se diseñó en el mismo color y se denominó “el milagro azul”. La fantasía del cabello y barbas azules se ha hecho realidad en los cabellos de muchas mujeres y hombres de hoy, tal y como en las máscaras doradas de los faraones.

            El azul es más frío que el blanco. El blanco es la luz, mientras el azul es más oscuro, es la sombra. Nuestra piel y nuestros labios se ponen azules con el frío. Los pintores modernos eliminaron las sombras pardas, convirtiéndolas en azules. Picasso, en su época azul, nos muestra el frío, la miseria, el hambre, la desesperación… Diría que ahora nos embarga ese mismo tono.

            Pero yo no quiero traerte hoy este azul. Mi deseo es regalarte el azul brillante del sulfato de cobre, el azul eléctrico de los bolsos y las extensiones, el azul tejano de tus vaqueros, el azul tinta del traje de tu chica, el azul montaña, el azul ópalo de los colgantes femeninos, el azul porcelana de la vajilla de tu madre, el azul china de los coches, el azul Vermeer de “La joven de la perla”.

            Este es mi regalo para tí mientras sigues luchando con todas tus fuerzas:

 

            “ Te regalo el color azul”

 

            Un abrazo, amigo. Un abrazo, amiga.